jueves, 18 de julio de 2013

El Gol Olímpico

El Gol Olímpico

Cuando la selección uruguaya regresó de los Juegos Olímpicos del 24, los argentinos le ofrecieron disputar un partido en forma de festejo. El encuentro se jugó en Buenos Aires y Uruguay perdió por un gol. El puntero izquierdo Cesáreo Onzari fue el autor de ese gol de la victoria. Lanzó un tiro de esquina y la pelota se metió en el arco sin que nadie la tocara. Era la primera vez en la historia del fútbol que se hacía un gol así. Los uruguayos se quedaron mudos. Cuando consiguieron hablar, protestaron. Según ellos, el arquero Mazali había sido empujado mientras la pelota venía en el aire, pero el árbitro no hizo caso a nada. Entonces mascullaron que Onzari no había tenido la intención de disparar a puerta, y que el gol había sido cosa del viento.

Por homenaje o ironía, aquella rareza se llamó Gol Olímpico, y hasta hoy se sigue llamando así  en las pocas veces que esto ocurre. Onzari pasó el resto de su vida jurando que no había sido casualidad, y aunque han transcurrido muchos años la desconfianza continúa. Se comenta que cada vez que un tiro de esquina sacude la red sin intermediarios, el público celebra el gol con una ovación, pero no se lo cree.


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